Para poder prensar piezas de carrocería para automóviles o aviones, o para producir lavadoras, aparatos de cocina y accesorios sanitarios de forma económica, los flujos de material y los tiempos de almacenamiento de las bobinas de chapa y acero necesarios deben estar diseñados de forma óptima. No sólo deben integrarse todas las rutas de transporte y la gestión de los almacenes, sino que los materiales, a menudo muy delicados, también deben encontrar su camino de A a B sin sufrir daños. Los tiempos de inactividad o los productos intermedios dañados son costosos. La automatización de los procesos y otros factores juegan el papel principal aquí.

Los tubos metálicos se utilizan en la construcción de centrales eléctricas, en la industria química y petroquímica o en los campos de petróleo y gas. En la producción de tubos, los sistemas de grúas forman una importante interfaz entre las distintas zonas de almacenamiento intermedio y las zonas de laminación y procesamiento. Los tubos de metal se transportan en casetes. Los esparcidores con cierre de giro en el carro los recogen. Un alto grado de automatización, modernos sistemas de posicionamiento y, también, computadoras de flujo de materiales, que aseguran que la distribución se clasifique según el tipo u orden, son sólo algunos de los factores necesarios para un funcionamiento sin problemas durante las 24 horas del día.